lunes, 19 de octubre de 2009

La Demografía en la Edad Moderna

Características Generales:

La demografía (de demos, pueblo, y grafos, escritura) es la ciencia que estudia los cambios poblacionales del ser humano.

La Edad Moderna posee unas estructuras muy estables, de pocos cambios, pero no inmóviles. Hay momentos de expansión (A) y recesión (B). Es una demografía de tipo antiguo: Alta Natalidad y Alta Mortalidad a la vez, creando una pirámida de población con algunos saltos, lo denominado "mortalidad catastrófica. La natalidad se halla en el 40 por mil; la mortalidad en el 35-40 por mil. Hay una leve tendencia al crecimiento vegetativo, cuyo avance destruido por las comentadas catástrofes demográficas, producidas principalmente por hambre, peste y guerras.
La esperanza de vida es corta, en torno a 40 años. Pero hay que tener en cuenta la elevada mortalidad infantil, que hace disminuir la estadística. Por tanto, en la realidad, las gentes podían vivir hasta los 60, con casos de personajes extremadamente longevos; de lo que no hay duda es de que el envejecimiento se producía antes que ahora.
Además de esto, tiene lugar una clara tendencia al crecimiento urbano, especialmente a partir del siglo XVII, que va a condicionar el comercio y la industrialización. Los países propicios para ello, dada la tendencia comerciante y mercantil, son principalmente Holanda (donde en 1609 se inaugura el Banco de Amsterdam) e Inglaterra (donde se crea la Bolsa de Londres), es decir, la Costa Atlántica, la que da al Nuevo Continente.

En el siglo XVI se calcula que hay 461 millones de habitantes en el planeta: 84 en Europa, 245 en Asia (donde impera indudablemente China) y 122 en lo demás. La población aumenta en el XVII en Europa, pese a la discutida crisis (gracias a los mencionados países), hasta incrementarse en el siglo XVIII de 125 a 195 millones de habitantes, una cifra que globalmente abarca un 20,4 % del total de seres humanos.

En esta época, pese a lo que se creía, hay cierta libertad de movimiento: emigraciones por motivos laborales y profesionales, como testifican algunos textos. Como es bien sabido, paralelamente van a tener lugar desplazamientos forzosos de judíos, moriscos, protestantes... hacia otros lugares de Europa, África o América.
También es momento de fuertez intercambios entre el campo y la ciudad, que tienen como protagonista al mercader.

Fuentes para el estudio:

Al haber una finalidad de recopilación únicamente militar y fiscal, no para el estudio de la demografía, se trata de fuentes escasas y poco fiables, con información inconexa e imprecisa. Muchas veces hay que rellenar vacíos con imaginación. Las primeras medidas son:
- Censos: Listas de vecinos (4 personas aproximadamente por cada vecino). Se realizaron en Nápoles (1508), Venecia (1509), Roma (1526), Francia (1503), Castilla (1587). Se aprecia el aumento y querencia de control por parte del Estado.
- Empadronamientos: Nómina de vecinos o moradores de un pueblo. Se realizaron enPrusia (1714), España (1717) y el Catastro del Marqués de la Ensenada, 1753, para conocer mejor Castilla.
Los primeros censos individuales modernosfueron en Aranda (1768), Holanda (1740), Suecia (1764), Dinamarca (1766) o el Censo de Floridablanca (1786). Con éstos ya hay posibilidad de calcular o realizar gráficos, pirámides, densidad…

Van a tener suma importancia los libros parroquiales, idóneos para reconstruir familias y hacerse una idea demográfica medianamente precisa. Son anteriores al Concilio de Trento (finalizado en 1563), pero se generalizan tras él. Tipos de libros:
- De bautismo: Anteriores a Trento. Sólo se recoge a los que llegan a ser bautizados.
- De matrimonio: Oficiales con Trento. Difíciles de ocultar por el control del clero sobre los matrimonios. A veces, tenían lugar negligencias por parte del párroco.
- De defunción: A partir de 1614. Con ocultaciones y falta de minuciosidad. A veces hay duplicaciones (en hospital y parroquia) que inducen a la confusión. Además, no se contabilizan las defunciones de pobres y se colapsan durante epidemias.

Natalidad:

Su porcentaje es de 40 por mil. Su estacionalidad abarca la primavera (por el relajamiento moral en la Semana Santa) y Otoño (tras el duro verano de trabajo agrario).
Existe una altísima natalidad ilegítima, especialmente en la ciudad dado el anonimato que produce el alto número de población de las urbes. Los hijos ilegítimos tuvieron duras dificultades para subsistir allá donde se movían, pues eran marcados de nacimiento.
En cuanto a la mujer, su matrimoni era tardía (algo anterior al del hombre, que era a los 25-30 años). Se tenían 4 o 5 hijos por familia, sin contabilizar los frecuentísimos abortos.

Nupcialidad:

Su porcentaje es de 11-15 por mil, bastante algo. Los mínimos estacionales se producían en cuaresma y navidades (por ser momentos de ferviente religiosidad) y verano (pro ser época de duro trabajo en el campo). El divorcio no existía.
En caso de viudedad, podían tener lugar unas segundas nupcias. Éstas eran mejor vistas en el caso del hombre, pues era el elemento engendrador de la sociedad patriarcal del momento; la mujer se quedaba encerrada en casa, vestida de negro, guardando luto por su difunto marido.
El celibato era frecuente en los religiosos, especialmente en los católicos. También había cierta cantidad de gente que no se casaba, siendo malmirada por la sociedad, que llegaba a acusarla de brujería (especialmente cuando se trataba de mujeres). Hay que tener en cuenta que en este momento el matrimonio no se concebía como amor entre dos personas, sino como un acuerdo político entre familias o individuos para repartir bienes.
Un elemento influyente fue también la emigración a América, a donde muchos europeos masculinos varones fueron en busca de hallar parejas y formar allí su familia, restando a la demografía del Viejo Continente.

Mortalidad:

Es obligatorio distinguir dos tipos:

- Ordinaria:

Su porcentaje es de 35-40 por mil. Su estacionalidad tiene lugar en verano (por la diarrea) e invierno (enfermedades pulmonares).
La enfermedad más mortal es la peste, enfermedad traída de Asia en el sigloXIV con la yersina pestis, bacteria de la pulga de la rata, que pasa al hombre con la mordedura de la rata o el insecto. Hay brotes periódicos, especialmente en las dos estaciones. Mata en cuestión de dos o tres días, una semana a lo sumo. Tipos de peste:
- Negra o bubónica: Salen bubones (granos morados grandes y malolientes) en varias partes del cuerpo. Tiene un50% mortandad e incide sumamente en verano.

- Pulmonar: Produce serios problemas respiratorios. Tiene 80-90% mortandad e incide principalmente en invierno.
Contraer ambas es casi un 100% mortandad. También había otras enfermedades extendidas por la época, que causaron enormes estragos, sobre todo en América. Éstas fueron, entre otras, la malaria, el tifus, la sífilis, la viruela...

- Catastrófica:

Consiste en un aumento de la mortalidad durante un período breve (200, 300, 400 por mil). Asemejada a los Cuatro Jinetes del Apocalipsis:

- Guerra: Las causas son más indirectas que directas: se trata de hombres jóvenes que van a combatir mueren o regresan mal y ya no vuelven a trabajar la tierra. propiciando la hambruna de sus familias o comunidades. Los ejércitos, además, se abastecían en los lugares por donde pasaban, dejando a su población autóctona sin víveres y matango de inanición parte de ella. El propio ejército era, junto a todo esto, fuente de infecciones de todo tipo, especialmente la sífilis, que diezmó los ejércitos europeos hasta época relativamente reciente.

- Hambre: La inanición se produce dada la economía de subsistencia, que no podía soportar el paso de ejércitos o plagas, y que estaba mercada escasez de transportes adecuados para comerciar o abastecer poblaciones.

- Enfermedad: Halla su caldo de cultivo en la mala alimentación, haciendo que las epidemias mataran a buena parte del pueblo. A esto se sumaba la común insalubridad, como en las ciudades, con los cementerios junto a las iglesias y la suciedad de las calles, y la falta de la propia higiene personal.

1 comentario:

  1. Las tasas de urbanización crecieron durante el siglo XVI y, muy especialmente, durante el siglo XVIII. Pero no durante el XVII, al menos en términos generales, salvo las excepciones inglesas y de las Provincias Unidas.

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