martes, 5 de enero de 2010

LOS MINISTROS DE ENRIQUE VIII DE INGLATERRA

-Thomas Wolsey, 1471 - 1530

Natural de Ipswich y educado en un colegio de Oxford, sus méritos y su personalidad le irán ascendiendo rápidamente. En 1507 Enrique le nombra como su capellán y cuatro años más tarde se convertirá en miembro del Consejo Privado del rey, actuando en un principio básicamente en asuntos de política exterior, consiguiendo acuerdos con Carlos V. Pese a que nunca congenió demasiado bien con Catalina de Aragón, tampoco vio con buenos ojos la intención de Enrique de separarse de ella y casarse con Ana Bolena, (la llamada “Cuestión Real”)lo que motivó el frontal rechazo de esta hacia su persona. Pese a que le rey le encargó que se ocupara de este asunto, siempre que pudo entorpeció y ralentizó las gestiones y los mecanismos legales y burocráticos necesarios, así como tampoco consiguió que el Papa aprobase la disolución del matrimonio entre Enrique y Catalina. Por ello en 1529 caerá en desgracia, perdiendo cargos y propiedades, y muriendo enfermo un año más tarde en Leicester, en medio de acusaciones de violación y otros delitos.


-Thomas More, 1478 – 1535

Nació en Londres y se educó en prestigiosas escuelas como la Saint School, de joven sirvió como paje al arzobispo de Cantérbury John Morton. Poco después se dedicaría a la poesía y también se transformaría en un famoso humanista, llegando a cartearse con Erasmo de Rotterdam. Debido a su cuidada formación y a sus grandes dotes, pronto ejercería como diplomático en Lovaina, Flandes o Calais y como funcionario real, donde llamó la atención del rey por su sentido de la justicia, su rectitud, su honradez y sus marcadas creencias católicas, que le llevarían a escribir una refutación pública y directa de las tesis de Lutero en su obra “La defensa de los siete sacramentos”. En 1529 sería nombrado Lord Canciller del reino, pero pronto perdió el favor del rey al oponerse frontalmente a la intención de éste de separarse de Catalina y casarse con Ana Bolena, prefiriendo antes dimitir. En 1535 fue forzado a aceptar a Ana como reina, pero volviendo a hacer gala de sus insobornables e inquebrantables principios, se volvió a negar. El rey mandó acusarlo de alta traición y sería ejecutado a cauda de tal delito el 6 de julio de 1535, a pesar de que personajes tan importantes como Carlos V presionaron al rey Enrique para que se detractara.


-Thomas Cromwell, 1485 – 1540

Al igual que sucediese con su protector Wolsey, Cromwell también procedía de una familia de ciertos orígenes humildes, concretamente del suburbio de Putney, en Londres, y que gracia a los avatares de la época, consiguió ascender a lo más alto para luego caer repentinamente. Trabajó en industrias textiles y luego se enroló con la familia comercial italiana de los Frescobaldi, llegando a ser incluso agente de algunos cardenales de gran importancia. Con el tiempo pasaría a estudiar derecho y desde 1523 se convirtió en diputado del Parlamento inglés, ocupándose de la disolución de una veintena de monasterios. Hacia 1532-33 se fue ganando el favor del rey, quien lo convertiría de alguna manera en su primer ministro, gracias a sus labores como administrador y financiero real, aunque también desempeñó papeles más sucios, como se demostró en algunas persecuciones religiosas. De este modo, se convirtió en uno de los brazos ejecutores de la Reforma Anglicana. Sin embargo, insistió a Enrique VIII para que se congraciase con el paladín del catolicismo, el emperador Carlos V, cambiando así su orientación en su política de alianzas. Y también fue uno de los artífices de la caída de Ana Bolena, hacia la que siempre mostró un profundo rechazo. De hecho, sería él quien redactase las veintidós acusaciones en su contra, donde se la hacía responsable de intentos de regicidio así como de conductas licenciosas y poco apropiadas para una reina. Tras la muerte de la tercera esposa de Enrique, Jane Seymour, en 1537, le buscó una nueva esposa, Ana de Clevès, casándose con ella en enero de 1540. Sin embargo, el fracaso del matrimonio con esta aristócrata protestante alemana y el fracaso de las alianzas propuestas con el matrimonio motivó el consiguiente rechazo del rey hacia Cromwell y Ana de Clevès. Ana moriría ejecutada en junio de ese mismo año, y Cromwell apenas esperaría un mes más para correr la misma suerte… .


-Thomas Cranmer, 1489 – 1556

Antiguo y reputado profesor de la Universidad de Cambridge, trabajó de diplomático para Enrique VIIIen varios lugares, como Estrasburgo o Ratisbona, donde empezó a tener sus primeros contactos con el luteranismo, cuyo mensaje fue poco a poco calando profundamente en él, llegando a aprobar la completa ruptura con Roma. Desde su posición de diplomático y gracias a sus vastos conocimientos se fue ganado poco a poco el apoyo del rey, al cual le ayudaría ofreciendo cobertura legal y jurídica para que fuesen aprobadas por el Parlamento en 1533 el Acta de Restricción de Apelaciones y la nulidad del matrimonio entre Enrique y Catalina de Aragón y en 1534 el definitivo Acta de Supremacía, por el que Enrique era la nueva cabeza de la Iglesia de Inglaterra. Como premio, por llamarlo de algún modo, Cranmer fue nombrado Arzobispo de Cantérbury desde 1532, y a la muerte de Cromwell sería la principal figura política del reino. En 1547 fallece Enrique VIII, y durante el breve reinado de Eduardo VI (1547 – 1553) Cranmer se ocuparía de la progresiva implantación de la Reforma en Inglaterra, dejando las labores de gobierno por así decirlo al regente Conde de Hertford, Eduardo Seymour, del que se hablará después. Pero con la llegada al trono de la católica María Tudor, caería repentinamente en desgracia, siendo encerrado en la Torre de Londres, donde acabaría siendo ejecutado en 1556.


-Edward Seymour, conde de Hertford, 1506 – 1552

De nobles orígenes, su hermana mayor Jane se casaría con Enrique VIII en 1536, fecha en la que Eduardo fue nombrado conde de Hertford. Poco después, como se ha dicho. Un año después, el rey y su hermana tienen un hijo varón, el futuro Eduardo VI, que nacería en 1537, aunque Jane moriría poco después del parto. Conseguiría ir ascendiendo e irse ganando poco a poco la confianza del rey, pese a que Enrique VIII poco antes había considerado negativo el entregar demasiado poder a un solo hombre, como había ocurrido en el pasado. Delegó parte de su poder en su Consejo Privado, del que ya formaba parte Eduardo Seymour, aunque cuando estaba cerca de su muerte, en 1547, su hijo apenas contaba 10 años, a todas luces insuficientes para reinar con solvencia, a pesar de su cuidada formación. Así pues, le fue confiada a Seymour la labor de regencia para sostener el poder de los Tudor en Inglaterra mientras Eduardo VI era sólo un niño, del que además era su tío. Bajo sus años de regencia (1547 - 1552), intentó consolidar su poder, algo que parecía incontestable tras la batalla de Pinkie Cleugh, donde derrota a Escocia, pero el número de enemigos agrupados en contra suya y de sus familiares (los Seymour habían alcanzado un gran poder, lo que despertó no pocos rechazos entre otros sectores de la nobleza…) fue creciendo, lo que le haría caer en 1552, pese a ser el tío del joven rey Eduardo VI. Sería acusado de traición y ejecutado en ese mismo año en la Torre de Londres, siendo sucedido por John Dudley, conde de Warwick.


Bibliografía:

-"The Tudor Monarchies", John McGurk, Cambridge University Press, 1999
-"Tudor England", John Guy, Oxford University Press, 1988
-www.wikipedia.or (versión inglesa)
-Revista National Geographic Historia, número 57,"Enrique VIII de Inglaterra", Juan Carlos Losada



Juan Antonio Parejo Delgado

1 comentario: